martes, 14 de enero de 2014

LADRILLO Y MADERA BELLEZA ESTETICA.



La sobria y funcional remodelación de este apartamento de algún lugar de la Ciudad de Bogota (Colombia), en el que el ladrillo a la vista  y la madera son protagonistas, apelan a los sentidos para hacerse sentir y construir su carácter.


En buena medida, Bogotá se viste de terracota y se ve en bloque. Uno de los sellos del Arquitecto y su material  predilecto es el ladrillo que junto con la madera, la piedra y el hormigón permiten la conexión con el exterior a través de ventanas, la austeridad interior y la concepción de cada lugar como un espacio único.

Este penthouse había sido modificado radicalmente con intervenciones que llegaron a descomponer la distribución, la estética y la técnica: “Varias paredes fueron enchapadas, a la chimenea la maquillaron con unas vigas de madera que disminuían su dimensión y rompían la armonía de la sala y, en el segundo piso, se implementó un sauna y un jacuzzi, que también se incluyó en las terrazas”. Desde el principio se  tuvo claridad que el trabajo se centraría en deshacer lo anterior, limpiar las áreas para restaurar la arquitectura original y adecuar respetuosamente los espacios conforme a las necesidades de sus habitantes. Para la dueña de casa era fundamental que cada una de sus tres hijas tuviera una alcoba, un estudio conjunto para las tres y otro para ella, una oficina y diversas áreas verdes.

Con eso en mente, el primer piso estarían distribuidos los espacios por un área social abierta que incluye sala, comedor, cocina, vestíbulo y corredor; en el segundo nivel se acondicionó tres habitaciones con sus respectivos baños, un estudio y una salita de televisión, y en la tercera planta se dejó la alcoba y el baño principal con un estudio y una oficina adyacentes. Pero quizás uno de los mayores privilegios es que desde cada espacio se accede a una terraza con vegetación nativa desde la cual se extiende la mirada hacia la ciudad.
La remodelación, no obstante, implicó ejecutar cambios para mejorar la funcionalidad de las áreas y darles un look contemporáneo, sin perjudicar la estructura original, se modernizaron los baños, se instaló toda la iluminación en techos y nichos porque resultaba muy precaria, se agrandó la cocina –que era muy limitada– y se enriqueció el espacio interior con acabados sutiles.

Su actual propietaria, una mujer que buscaba un refugio para contemplar la ciudad exterior y su mundo interior afirma: “Me siento en el campo porque vivo sobre una montaña rodeada de verde. Si desde el primer piso miro hacia arriba, mi apartamento se convierte en una casa en el aire, como en los sueños”.

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